miércoles, 29 de agosto de 2012

Kyoto

Hoy hemos amanecido en Kyoto. Estoy mucho mejor de mi resfriado, tras una noche de sueño reparador.

Kyoto es una ciudad bastante interesante. Está plagada de templos que visitar, pero al contrario que Kanazawa, es una ciudad que recompensa al turista que se sale del camino horadado y explora un poco por su cuenta.

No obstante, siendo nuestro primer día, hemos visitado templos :)

El día nos ha amanecido un poco nublado, aunque el termómetro seguía en los treinta y tantos grados. Un bochorno húmedo, pero sigue siendo más llevadero que una insolación húmeda.

Aquí tenéis una foto en uno de los templos de la ciudad, al que hay que llegar tras subir muchas cuestas y escalones (está en lo alto de una loma). Olga opina que "ha salido apocalíptica".


Vista desde lo alto del templo, con la ciudad al fondo.


¿Quién se asoma por ahí?



Muchos templos en Japón tienen unas fuentes para lavarse las manos antes de entrar, en señal de purificación. Te echas agua en las dos manos con los cazos de bambú, dejándola caer al suelo de piedra.

Esta fuente nos llamó la atención por el dragón:


En la parte más alta del templo está lo que Olga decidió llamar "el callejón friki". Se entra por esta torii.


Dentro hay diversos cachivaches religiosos - por ejemplo las "piedras de los enamorados" (tienes que andar de una a otra con los ojos cerrados, y se te concederá un deseo).

A Olga le encantó "el mazo y la liebre". Tiene que haber una buena historia detrás, pero no la conocemos. Aunque te puedes hacer una foto pegándole un mazazo a un bicho:


Ya bajando del templo, un par de geishas nos dejaron hacernos una foto con ellas:


También compramos una bebida isotónica: A ésta hemos decidido llamarla "El Samurai Jubiloso"


La mayor parte de la tarde la hemos pasado comprando algunos souvenirs (muy baratos y muy pocos), y yéndonos al hostal, porque ... ¡habíamos quedado! En este caso con Ben, un chaval que conocí en uno de los foros de programación en los que me meto.

Ben fue muy amable, y nos ayudó con un asunto esencial: pedir repelente antimosquitos en una farmacia. También fue una agradable compañía durante la cena.

Tenemos una foto de Ben, pero habíamos dejado la cámara con el filtro de "afear extremadamente", así que mejor no la ponemos.

De todos modos, Thanks, Ben! It was a pleasure!



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